En una época atravesada por la moda, lejos quedaron los atuendos ceremoniales que englobaban estos tipos de eventos. Y es que han pasado 70 años de la última coronación real, donde Isabel II aceptaba la corona y con el tiempo se convertía en un referente histórico para los británicos.
Adaptándose a las necesidades actuales, la moda real durante la coronación del Rey Carlos III pasaba desde los cortes de pelos hombres hasta la bijouterie de las damas. Cada detalle era pensado, cada peinado tenía su razón, no había un código explícito que seguir, pero implícitamente todos respetaban el mismo código de vestimenta.
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La ceremonia fue seguida al rededor de todo el mundo, donde fanáticos expresaron sus emociones a través de las redes sociales. Los fanáticos de las vestimentas observaron a cada uno de los invitados a medida que iban llegando, elogiando todo tipo de atuendos.
La familia real mantuvo la tradición, aunque la modernizaron, el príncipe de Gales, Guillermo, ingresó acompañado por su esposa y dos hijos, su vestimenta elegida fue el uniforme de gala ceremonial de los guardias galeses. La princesa de Gales, Catalina, fue una de las favoritas al deslumbrar con su túnica oficial, sobre un vestido de crespón de seda color marfil, donde los colores y símbolos de diferentes naciones del Reino Unido predominaban, combinándolo con su pelo recogido típicamente para estos tipos de eventos, dejando ver sus aros de perlas que alguna vez pertenecieron a Lady Di.
Al llegar a la Abadía de Westminster, los coronados reyes del Reino Unido respetaron la tradición, en el caso de Camila, fue Bruce Oldfield quien se encargó de su diseño. La reina consorte vestía una túnica de Estado de terciopelo carmesí y armiño por arriba de un vestido bordado en marfil, plata y oro.
Una que sí se llevó todas las miradas fue Katy Perry, y no precisamente por su vestimenta, quien llevaba puesto una falda rosa que combinaba con una chaqueta de mangas cortas, sus guantes largos, collar de perlas de la fallecida diseñadora Vivienne Westwood y un sombrero de estilo plato que le dificultaba para ver el camino. En un día lluvioso, los más de los dos mil invitados se lucieron al pasar por la entrada hacia la histórica coronación.
Y cómo pasar por alto la vestimenta de nuestra reina Maxima de Paises Bajos, quien llegó para acompañar a su esposo Guillermo, el rey de los Paises Bajos, llevando puesto un sofisticado vestido de encaje totalmente blanco, que combinaba con su sombrero de estilo plato hacia un costado y un anudado simple en la cintura. Respetando las tradiciones, pero modernizándolas, la moda que se expandió durante toda la jornada deslumbró con cada color elegido, peinados, collares, hasta los zapatos, ninguno pasó desapercibido.