Hace algunas semanas, Marta Fort despertó la preocupación de todos cuando habló de un problema de salud mental que la aquejó durante años. Con menos de 20 años, debió pasar las peores pérdidas para cualquier ser humano.
El deceso de su padre, Ricardo Fort, significó para Marta Fort y Felipe quedar a cargo de Gustavo Martínez, quien perdió la vida al lanzarse de un balcón a días de que los mellizos cumplieran su mayoría de edad.
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La hija del millonario creció con hemiparesia, una enfermedad que ocasiona una disminución de la fuerza motora o parálisis parcial que afecta las extremidades del mismo lado del cuerpo. Además, los gajes de la popularidad afectaron su autoestima hasta llegar a la an*rexia.
No le gusta la soledad. “En esta casa no puedo estar sola más de tres días. Enseguida necesito llamar a alguna amiga”, cuenta a los medios Marta Fort. Luego de que Gustavo Martínez abandonara este mundó, ella declaró: "Lo pasé súper mal. Pero muy mal. Y tuve depresión por varios meses”.
“Estaba tirada en la cama, sin ganas de salir ni de comer y llorando todo el tiempo”, detalló sobre sus peores días. Para ella, risas y compañía forman parte del legado de su tutor, quien ahora sostiene que no se imagina una vida sin Marisa, su niñera de años y la última cercana en quien los mellizos pueden confiar su imagen y su fortuna.
Como la hermana mayor de Felipe necesita sentirse acompañada, reveló en su cuenta de Instagram que le encantaría formar parte del mundo del espectáculo como modelo.
A pesar de la notable timidez de Marta Fort y el perfil bajo que ha mantenido a lo largo de estos años protegida por los suyos, busca abrirse camino a la fama lejos de las tristes historias que guarda en sus recuerdos.
Sin embargo, tanto Marta como Felipe recuerdan con mucho amor a su padre y portan orgullosamente el apellido Fort, aunque ella planea no vivir en su sombra sino brillar con luz propia.