Cuando pronunciamos el nombre de Cindy Crawford, inmediatamente nos vienen a la mente imágenes de una de las modelos más icónicas de las décadas del 80 y el 90.
En la actualidad, cuenta con 56 años. Su carrera de modelaje sigue de pie y en auge y las comparaciones de su fisionomía con la de su juventud están a la orden del día. Si bien puede parecer que estos comentarios son halagos inofensivos, la realidad es que Cindy Crawford los detesta y, es más, cree que son dañinos.
La cima de su carrera
Cynthia Ann Crawford, mejor conocida como su nombre artístico Cindy Crawford, fue considerada una de las modelos más hermosas de su época. Trabajó en televisión, en cine y posó en tapas de revistas de supermodelos.
En 1991 se casó con el actor Richard Gere, pero su unión no prosperó y se divorciaron en 1995. Volvió a apostar por el amor en 1998, cuando contrajo nupcias con Rande Gerber, el fundador de la Midnight Oil Company (MOC), con quien sigue casada al día de la fecha. Con él trajo al mundo dos nuevas vidas.
Una modelo de pie
En la actualidad, Cindy ya ha cruzado el umbral de los 50 pero se ve tan fantástica como siempre. Esto, lejos de llenarla de orgullo, la persigue en su vida diaria y no encuentra forma de huir de ello.
Cindy Crawford ha hecho comentarios sobre la industria de la belleza que impactaron por lo disruptivo. En dicha industria, se tiende a favorecer la juventud: está repleto de modelos en sus 20 mientras que comienzan a retirarse alrededor de los 40. A sus 56 años, que Cindy continúe posando frente a las cámaras y captivando a todos como en los 80 es maravilloso e inesperado: muchas personas insisten en que lo logra gracias a que no ha envejecido un pelo desde los 20, pero ella desacredita estos dichos.
Los cuerpos envejecen
La supermodelo lleva más de 3 décadas viviendo de su imagen y detesta que le digan que sigue igual de joven que a sus 20. Ella no lo ve así, es consciente todas las formas en que su imagen se ha ido marchitando con el paso del tiempo:
Mi rostro se ha afinado y mis labios ya no son tan carnosos como antes. Que me digan que no aparento mi edad no me parece bien, sobre todo porque envejecer es, de por sí, bastante difícil porque vivimos inmersos en una cultura obsesionada con la juventud.
Que Cindy Crawford se resista a retirarse tampoco es casual. Es muy consciente de que el fantasma de su juventud la acecha a donde va, pero no deja que eso la detenga: "Ya no tengo 25 años, así que ¿por qué debería intentar parecer de 25? Si me retirara sería como decir a las mujeres caducamos a cierta edad y yo no quiero transmitir eso. Por ese motivo, aunque a veces no me sienta segura o vea fotos en las que me desagraden cosas de mí, sigo adelante porque esa soy yo de verdad". Sin dudas, una gran modelo a seguir.