Celeste Cid se encuentra embarcada en una nueva aventura, un viaje que la llevó a recorrer lugares mágicos, en un país que no es considerado un destino turístico habitual: Bélgica.
El frío europeo contrasta con el calor que se vive por estas latitudes, del cual Celeste Cid escapó en busca de un descanso soñado, que no tiene nada que ver con sol, palmeras ni playas.
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La travesía llevó a la actriz a iniciar un diario personal, donde va contando sus impresiones, de cada lugar, de cada momento, de cada hecho que la conmueve.
Así, la artista comparte sus anécdotas con sus seguidores de las redes sociales, a quienes les cuenta cómo vive el día a día en el viejo mundo.
"Comencé el día en Amberes, una ciudad portuaria a 45 minutos de Bruselas. Frío. Mucho frío", dice en uno de sus últimos posteos. Agrega que "era temprano. Y el clima también húmedo del Lys. Tiene una catedral muy hermosa, y el idioma que se habla es el neerlandés".
Precisamente, en ese sitio "tuve una sensación muy vívida de cómo podría haber sido la vida ahí, hace años". Y se la imagina "con carruajes pasando, entre los comerciantes, la plaza y sus mercados".
A la vez, cuenta que "en el camino conocí a Ailyn, quien venía de Perú, también viajando, y nos pusimos a charlar. Pasado el mediodía nos fuimos hacia Gante". Fue en ese lugar donde "directamente me enamoré". Y le pide perdón a la ciudad de Brujas: "Sos muy hermosa, pero Gante es muy especial".
"¿Cuántas sensaciones puede tener un viaje?", se pregunta Celeste Cid, mientras se encuentra inmersa en una travesía que la lleva a recuperar energías y a reencontrarse con su ser interior.