Las fundas para móvil son muy prácticas. Protegen el dispositivo contra posibles golpes o caídas y se ve estéticamente muy bellas, pero a veces pueden darse efectos secundarios que no nos gustan demasiado.
Las fundas transparentes van tomando un tono amarillento con los años. No perjudica su función protectora del móvil en absoluto, pero da una imagen de suciedad y falta de higiene que no resulta muy cautivadora, siendo completamente honestos. Pero tu funda tiene salvación, así que no pienses en botarla y comprar una nueva hasta haber probado los trucos que estamos por contarte.
Por qué cambian de color
Es imposible evitar que las fundas transparentes adquieran tonos amarillentos con el tiempo. Esto no se debe a tu sentido de la limpieza, sino al material con el que están hechas: la silicona tiene una composición porosa que muta de tonalidad al recibir la luz solar o luz LED. La única manera de evitar que tu funda cambie de color es comprando otro material.
Tips para limpiarla
A continuación, te damos 4 soluciones para restaurar tu funda. La efectividad de la limpieza dependerá enteramente de la cantidad de tiempo que tu funda haya permanecido en el estado amarillento, pero igualmente verás una diferencia considerable en el antes y después.
1. Solución etílica isopropílica
Este producto es el principal aliado al momento de quitar manchas difíciles, y esta no es la excepción. Aplica en un paño de microfibra y limpia energéticamente tu funda para devolverle su transparencia inicial. Seca el exceso con el mismo paño para que quede brillante y como nueva.
2. Bicarbonato de sodio
Uno de los productos más eficaces para eliminar las manchas de uso. El bicarbonato de sodio tiene propiedades blanqueadoras muy potentes y pueden aprovecharse para la tarea que nos compete.
La preparación es simple: echa un poco del producto en un recipiente con agua tibia, aplica la pasta a todos los rincones de la funda, deja actuar 30 minutos y luego friega con un cepillo para retirar la suciedad ablandada. Enjuaga y seca con un paño limpio.
3. Lejía o cloro
Si hablamos de blanqueadores, no podemos ignorar el poder de la lejía, el producto emblanquecedor por excelencia. No obstante, a pesar de ser tan útil para limpiar y desinfectar, debe manipularse con sumo cuidado. Echar demasiada cantidad puede acabar dañando el material de la funda y también puede afectar tu salud. Procura utilizar guantes y cubrebocas si intentarás este método.
Para que haga efecto, toma un recipiente y echa dentro agua fría con lejía; agrega la funda y procura que esté sumergida durante, al menos, 3 minutos. No la dejes más de 5 minutos. Transcurrido el tiempo, retíralo y enjuaga con abundante agua y jabón. Finalmente, seca con una toalla.
4. Agua y jabón
Este es el proceso menos eficiente de los 4, pero igualmente muy útil. Además, es el más económico y no presenta un riesgo para tu salud. Tan solo debes utilizar un cepillo de cerdas suaves, enjabonarlo bien y fregar la funda con cuidado de no rayarla. Asegúrate de secarla bien antes de meter tu móvil para que no se moje.