La cúrcuma es una especia que se obtiene de la raíz de la planta Cúrcuma Longa, y se ha utilizado durante siglos en la medicina tradicional de países como la India.
La especia nombrada popularmente como cúrcuma es conocida por su componente activo, la curcumina, que le confiere una serie de propiedades medicinales y beneficios para la salud. A continuación te detallamos cuáles son las enfermedades y malestares que puedes combatir consumiendo cúrcuma regularmente.
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Antiinflamatorio y antioxidante
La curcumina tiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, lo que significa que puede ayudar a reducir la inflamación en el cuerpo y combatir el estrés oxidativo, que está relacionado con diversas enfermedades crónicas.
Alivia el dolor
Se utiliza a menudo como un remedio natural para aliviar el dolor, especialmente en casos de artritis y otras afecciones inflamatorias. Puede ser útil en la gestión del dolor articular y muscular.
Mejora la digestión
La cúrcuma puede estimular la producción de bilis, lo que puede ayudar en la digestión de las grasas y mejorar la salud del sistema digestivo.
Fortalece al sistema inmunológico
La curcumina es un excelente aliado para reforzar el sistema inmunológico y ayudar al cuerpo a combatir infecciones y enfermedades.
Ayuda a la salud cerebral
Algunas investigaciones sugieren que la curcumina podría tener efectos positivos en la salud cerebral, incluyendo la prevención de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
Tiene propiedades anticancerígenas
Si bien se necesita más investigación, algunos estudios han sugerido que la curcumina podría tener propiedades antican*cerígenas y ayudar a prevenir o tratar ciertos tipos de cán*cer.
Ayuda cardiovascular
La cúrcuma puede tener un impacto positivo en la salud cardiovascular al mejorar los niveles de colesterol y reducir el riesgo de enfermedades del corazón.
Propiedades antimicrobianas
La curcumina también tiene propiedades antimicrobianas y puede ayudar a combatir infecciones bacterianas y fúngicas.
La cúrcuma se puede consumir en forma de polvo, cápsulas, té o como ingrediente en diversas preparaciones culinarias. Sin embargo, es importante destacar que la cúrcuma es más efectiva cuando se combina con pimienta negra, ya que la piperina presente en la pimienta negra puede aumentar la absorción de la curcumina en el cuerpo.
Cómo y cuando consumir cúrcuma
- 1 taza de leche (puede ser leche de vaca, leche de almendra, leche de coco u otra de tu elección)
- 1 cucharadita de cúrcuma en polvo (o una rodaja de raíz de cúrcuma fresca)
- 1/2 cucharadita de canela en polvo
- 1/4 de cucharadita de pimienta negra (para aumentar la absorción de la curcumina)
- 1/2 cucharadita de jengibre en polvo o en raíz (opcional)
- 1 cucharadita de miel o cualquier endulzante natural (ajusta la cantidad según tu gusto)
Instrucciones
- En una pequeña cacerola, cali*enta la leche a fue*go medio-bajo.
- Agrega la cúrcuma en polvo, la canela, la pimienta negra y el jengibre (si lo deseas). Revuelve bien para combinar los ingredientes.
- Cali*enta la mezcla a fue*go bajo durante unos 5-7 minutos, sin que hierva, para que los sabores se mezclen y la cúrcuma se disuelva completamente.
- Retira la cacerola del fue*go y deja que la bebida repose durante un minuto o dos.
- Agrega miel o jarabe de arce a gusto y la pizca de pimienta de cayena (si la prefieres picante). Revuelve hasta que el edulcorante se disuelva.
- Vierte el todo el líquido en una taza y sírvela cali*ente.
Puedes consumir esta preparación cualquier momento del día, pero muchos la encuentran reconfortante y relajante cuando se toma antes de dormir.
Cabe aclarar que, en todos los casos, es recomendable hablar con un profesional de la salud antes de comenzar a tomar suplementos de cúrcuma, especialmente en dosis elevadas, para asegurarse de que sean adecuadas para tu situación médica individual.