El año 1968 fue un año muy especial para la numismática argentina, ya que se acuñó una moneda conmemorativa que no tiene parangón en el catálogo nacional: la moneda de 10 pesos de Domingo Sarmiento. Esta moneda, que celebra el centenario del fallecimiento del prócer, tiene la particularidad de ser la única moneda argentina que lleva el nombre y el retrato de una persona que no fue presidente de la nación.
Domingo Faustino Sarmiento fue un destacado educador, escritor, periodista, político y militar argentino, que ocupó el cargo de gobernador de San Juan y de senador nacional, entre otros. Sin embargo, su mayor legado fue su obra educativa, que impulsó la creación de escuelas, bibliotecas y universidades en todo el país. Por eso, se lo considera el “padre del aula” y el “maestro de América”.
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La moneda de 10 pesos de 1968 de Sarmiento tiene un diámetro de 25 milímetros, un peso de 7 gramos y está hecha de cuproníquel. En el anverso, se observa el busto de Sarmiento mirando hacia la izquierda. En el reverso, se ve el escudo nacional con la inscripción “República de Argentina” arriba y el valor “10 pesos” abajo.
La moneda de 10 pesos de 1968 de Sarmiento se acuñó en la Casa de Moneda de Buenos Aires, con una tirada total limitada. Sin embargo, no todas las monedas llegaron a circular, ya que muchas fueron guardadas por coleccionistas o fundidas por su contenido metálico. Por eso, hoy en día es una moneda escasa y muy buscada por los numismáticos.
Según el catálogo oficial de monedas argentinas, la moneda de 10 pesos de 1968 de Sarmiento tiene un valor que depende del estado de conservación. Sin embargo, en sitios web como Mercado Libre, se pueden encontrar ofertas que superan los 20 mil pesos por una sola pieza. Esto demuestra el interés y la admiración que despierta esta moneda única en la historia numismática argentina.
La moneda de 10 pesos de 1968 de Domingo Sarmiento es más que un simple objeto metálico. Es un símbolo del legado cultural y educativo que dejó este gran hombre para las generaciones futuras. Es una forma de recordar y homenajear a uno de los próceres más importantes y queridos del país. Es una pieza única en el catálogo de monedas argentinas.