Atravesar un duelo no es fácil, mucho menos si quien partió es una criatura que aparentemente estaba sana y no tenía problemas de salud. Todo el dolor del mundo atraviesa a sus padres y no se encuentran razones para entender el cómo ni el por qué. Es precisamente lo que les ocurrió a Pampita Ardohain y Benjamín Vicuña.
Hace una década, ellos tuvieron que despedir para siempre a Blanquita, su hija mayor, de apenas 6 años. Ambos aprendieron a sanar las heridas a su modo y a sobrellevar la tristeza de la mejor manera. Y así fue que Benjamín Vicuña logró canalizar sus emociones a través de las palabras.
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De esta manera, el actor chileno pudo expresar sus sentimientos más profundos en un libro que fue presentado hace un par de días: "Blanca la niña que quería volar". Así fue que, en las últimas horas, participó de un conversatorio entre la editorial Planeta y la revista "Velvet", del país trasandino.
Con la emotividad a flor de pi*l, el intérprete se refirió al texto donde habla de su niñ* amada, de las cartas y poemas que le escribió a través del tiempo, pero dejándole también una lección de vida, tanto a él como a toda la familia. "Fue un relato honesto en el que muestra su lado más vulnerable y reflexivo acerca de la pérdida de su primera hija", precisaron.
"Este libro es un tributo a mi hija y una expresión desbordada y honesta de la experiencia que me t*có vivir", son las primeras palabras del artista. A la vez, enfatiza que fue "una tragedia que me atravesó como un rayo y me dejó vacío". Por ello, "me costó años asimilarla y, de alguna manera, sigo transitando el desierto, pero seguí viviendo".
En ese sentido, dijo que en las páginas del libro "hablo acerca de mi niña y mis pesares", pero "también de las herramientas que me sirvieron para iluminar noches oscuras". Por ello destacó que su premisa es que su experiencia "pueda servirle a alguien", pues d*sea que "que quienes están atravesando una pérdida, sufriendo o acompañando un duelo, puedan encontrar algo de alivio y esperanza".
"El duelo es un desafío que tenemos que enfrentar para no mor*r con lo que hemos perdido", enfatiza el psicólogo Gabriel Rolón en el prólogo de la edición. A la vez, dijo que el libro "es el intento de ponerle palabras a un dolor mudo que lastima". Es más, precisó que el actor consideraba que esas palabras son las que "necesitaba para vivir a pesar de la mu*rte de su hija, que ya nadie podrá arrancarla de su recuerdo".
Quizá por todo eso, Benjamín Vicuña espera que su libro sea "una pequeña luz en mitad del océano cuando no vemos la orilla". Él aprendió de la peor manera, pero hoy es un sobreviviente de la tristeza infinita.