El pescado es uno de los alimentos más comidos a nivel mundial. Además de ser excelente para la salud, suelen contener pocas grasas, con lo cual son amigos de aquellos que buscan eliminar kilos de más.
Sin embargo, muchas veces fallamos en determinar si el pescado está fresco o no. Su olor peculiar no es un indicador, ya que siempre huele mal. Pero hay otros indicadores que pueden ayudarnos a determinar si el ejemplar es o no una buena opción.
Los siguientes trucos han sido recomendados por pescadores, comerciantes y chefs que trabajan con los animales y conocen sus secretos. Estos son 5 tips para determinar si el pescado está o no fresco.
1. Por sus músculos
Este método infalible implica tocar al animal. Presiónalo con un dedo y estudia lo que sientes: si los músculos están duros, el pescado es freco; si, en cambio, la carne está blanda y tu dedo se hunde en ella, ya ha pasado su período de ingesta ideal.
2. Por sus escamas
Pasa tu dedo por sus escamas y fíjate si estas se mantienen en su lugar o si se salen. Un pescado fresco aún mantendrá sus escamas firmemente adheridas a su organismo por la memoria de los nervios, mientras que uno viejo ya habrá perdido su agarre y se descamarán fácilmente.
3. Por sus ojos
Este truco es ideal si no deseas tocar al animal para determinar su estado de frescura, ya sea porque te da asco o porque no quieres oler a pescado el resto del día. Solo necesitas observar sus ojos: si está fresco, estos deben mantenerse saltones y brillantes; si no lo está, se verán hundidos y apagados.
Además, los colores de sus ojos son buenos indicadores para identificar qué tan fresco está. Lo ideal es que su córnea sea transparente, su pupila oscura y su iris de un color vivo y muy nítido. Si, en cambio, notas un tono blanquecino o una nebulosa en la córnea, casi translúcida en lugar de transparente, entonces el animal ya lleva demasiado tiempo en el escaparate.
4. Por sus branquias
Esta es otra de las zonas indispensables para determinar la frescura del animal marino. Pídele al vendedor que levante sus branquias y observa su color: si ves un tono rojo vivo, entonces el pescado es fresco, y todo lo contrario si lo ves de un rosa pálido, morado o verde. No lo comas.
5. Por su olor
Mencionamos previamente que el olor a pescado es muy particular y parece que siempre huele mal, pero a las narices más afiladas esto les parecerá una absoluta mentira. La realidad es que el olor que sentirás será distinto si el animal es fresco o no. Si lo es, sentirás el aroma del mar y la sal; si no lo es, solo olerás un animal en proceso de putrefacción, mucho más desagradable e intenso.